Un web stack es como una pila de libros. El elemento superior es la aplicación con la que el usuario puede interactuar, mientras que el inferior es la base: el sistema operativo. Los demás elementos que hay en medio son la tecnología necesaria para que tanto la aplicación como el sistema operativo se comuniquen entre sí. Todos forman un equipo con un objetivo común: proporcionar todo lo que la aplicación pueda necesitar para funcionar.
